Para mi la crisis es un gran momento de crecer, aprender, mejorar, poner a prueba tu entorno, descubrir quién sabe nadar y no solo navegar, vivir de forma más intensa.
La felicidad es el camino, no el destino. Los caminos rectos y llanos provocan sueño y los paisajes son aburridos. Las curvas (con prudencia) son divertidas y los paisajes más entretenidos.
Hay charcos y manantiales, tormentas y amaneceres. Dichosos aquéllos que saben ver el resplandor del rayo y lo utilizan para ver en la noche. Aquéllos que ven en la lluvia una siembra de vida. Las tormentas son bellas si las vives. Desgraciados de aquéllos que no las han vivido nunca.
Y cuántos desearían vivir en permanente tormenta solo por el hecho de vivir.
Amen