A aquellos que se niegan a aprender o simplemente, a convivir, con la Inteligencia Artificial 💡 les auguro un buen quebradero de cabeza.
Porque la IA ha venido para quedarse y seguir evolucionando, y nosotros con ella. Al final, siendo creada por humanos, digo yo que la clave será equilibrar el progreso con la sensatez y la buena fe.
➡️ ¿Y esto cómo se consigue?
Juntándola a otro tipo de inteligencia; la Inteligencia Relacional 🫂. Esa habilidad de conectar con personas que nos ayuda a construir relaciones de confianza y a largo plazo… a afrontar retos o dificultades en distintos ámbitos
Algunos nacen con la IR de serie, con habilidades casi innatas para entender y navegar situaciones que no requieren un proceso concreto o una hora de ruta (que siempre es más difícil). Otros lo aprenden, lo trabajan y se convierten en absolutos maestros…
Como yo vivo bajo el lema de «Dar sin esperar, recibir y recordar», trato siempre de construir relaciones donde ver a los demás, entenderlos y aportarles. Esto creo que va muy en la línea de lo que promulga la IR (sin dármelas yo de sesudo 🧠) …
Y es que pienso que, más que inteligencia, es tener sensibilidad hacia las personas, hacia el entorno
Por eso propongo la ‘IRIA‘ (Inteligencia Relacional + Inteligencia Artificial) donde la IA refuerza nuestro capital social al mejorar nuestras relaciones humanas.
Estoy convencido de que esta alianza entre lo relacional y lo artificial es clave al entender la tecnología como medio, no como un fin, poniendo en el foco a lo humano .
¿Tú también lo crees? Te leo en comentarios
P.d. En las fotos disfrutando y charlando sobre las ‘inteligencias’ con mis compañeros de valordeley.